La pandemia del 2020 deja 430 muertes maternas en el Perú por falta de controles prenatales en cuarentena

Gestantes se mantuvieron en estado vulnerable durante todo el 2020 dado que la atención en Centros de Salud se redujo un 60% tras la aparición del COVID-19. Esto debido al cierre de las consultas externas, la reducción de personal, entre otras causales. Aquí un balance.

 

Foto: ANDINA/ Melina Mejía

 

Autoras: Valeria Delgado Zela y Diana Montalvo

 

Jazmín Pérez empezó a sentir contracciones. Como estaba en una etapa avanzada de su embarazo dedujo que estaba entrando en labor de parto. Se dirigió a una posta cerca de su casa en Cantagallo junto con su pareja, Leonardo. Al llegar, pese a su estado, le dijeron que vaya al Instituto Nacional Materno Perinatal. Cuando llega, por protocolo, le realizan el tamizaje de Covid-19, el cual sale positivo. Pese a su estado, el personal se niega a atenderla, sin darle una razón y le piden que regrese a su casa. Ahí, un familiar intentó ayudarla con un parto improvisado, pero no pudo.

 

Tres días después, el 19 de julio, Jazmín ya no tenía fuerzas para seguir. Las contracciones seguían día y noche y el dolor no cesaba y ya no tenía fuerzas ni para comer. De pronto, casi se desmaya, entonces su pareja y su mamá trataron de calmarla. Rápidamente le hicieron respirar alcohol y poco a poco se sintió mejor. Cada vez que estaba a punto de desmayarse, volvía a respirar el alcohol.

 

Leonardo fue a buscar ayuda. Vinieron sus vecinos y juntos la trasladaron a una posta, donde le volvieron a decir que vaya a la Maternidad. Al llegar, le hicieron la prueba rápida y volvió a salir positivo. Ella, con gran desesperación, le preguntó a la enfermera si se iba a quedar en el hospital. La respuesta que obtuvo fue: “Eso depende del doctor, él tiene que dar la orden”.

 

Panorama general

 

Antes de la pandemia, los hospitales del Ministerio de Salud (MINSA) manejaban un mínimo de seis controles prenatales por gestante y en promedio total, 14 o 15. Su propósito siempre fue monitorear el desarrollo del embarazo, el crecimiento del feto y el estado de salud de la madre y la del bebé. Las gestantes eran atendidas por una licenciada obstetra, quien les preguntaba por su estado, cuántos meses tenía y si había sentido malestares. Las siguientes consultas se daban cada 15 días y las realizaba un/a médico ginecólogo/a.

 

Pasado un mes de la cuarentena, Liliana Mendoza, obstetra del Hospital Cayetano Heredia, fue asignada al área de Sala de Parto. Todo el panorama era aún muy confuso. Los casos se iban disparando, los escasos Equipos de Protección Personal (EPP) no cubrían al personal de esta área aún. Incluso hasta ahora los EPPs escasean y las obstetras trabajan desprotegidas.

 

Como parte de las decisiones iniciales del MINSA, el servicio de Planificación Familiar se suspendió. En este ambiente mujeres y hombres del país podían recibir métodos anticonceptivos modernos, agendar vasectomías y ligaduras de trompas de manera gratuita sin cita previa. Durante la quincena de abril, la obstetra ya preveía un incremento en el número de embarazos para el mes de diciembre.

 

Y su presentimiento fue comprobado por un informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA). Este reveló que la cuarentena generaría 7 millones de embarazos no planeados a nivel mundial. En una entrevista al diario El Peruano, la representante auxiliar de la oficina, María Eugenia Mujica, afirmó que en el Perú el incremento sería de entre 50 y 100 mil hasta el 2021.

 

Así, miles de mujeres no solo tendrán que dar a luz durante una pandemia mundial que ya había ocasionado el colapso de los establecimientos de salud en el mes de abril; sino que lo harán sin acceder a los controles prenatales. Esto debido a que suspender el servicio de consulta externa fue otra de las decisiones iniciales del MINSA.

 

En el Perú hay 8 mil establecimientos de salud de primer nivel en los cuales se realizan el 80% de los controles prenatales a nivel nacional. Estas atenciones se detuvieron. Según Margarita Pérez, decana del Colegio Nacional de Obstetras del Perú (COP), este año se esperaba atender a 600 mil gestantes y ellas serían las más afectadas si la situación continúa.

 

Según la licenciada Rosa Zela, obstetra del Hospital Cayetano Heredia, no acceder a las consultas prenatales ocasiona que la paciente esté más propensa a tener una anemia sin controlar, presión alta, sobrepeso, diabetes, entre otras condiciones de salud que complican su embarazo y ponen en riesgo su vida. Además, al no realizarse ecografías de control, el feto podría crecer con malformaciones sin que la madre lo sepa.

 

Pero la consecuencia más grave son las muertes maternas. En el 2019, desde enero hasta el 28 de diciembre, según datos del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades, se habían presentado en total 309 muertes maternas. En 2020, se registraron un total de 430 muertes maternas. La cifra simboliza un aumento del 42% más que en 2019. La decana del COP lamenta que la mayoría poseía causas que podrían haberse identificado y prevenido durante un control prenatal.

 

En el 2018, Planificación Familiar funcionaba en un conteiner construido en la cochera del Hospital Cayetano Heredia. / Foto: Valeria Delgado

Gestando durante una pandemia mundial

 

Al declararse el Estado de Emergencia Sanitaria, el MINSA realizó decisiones con urgencia. En el mes de abril el MINSA sacó dos Directivas Sanitarias para garantizar la atención de las gestantes: la N° 094 y la N° 097. La primera establece la modalidad de telemonitoreo y teleconsulta para las gestantes y consultas presenciales previa coordinación con la paciente, para evitar las interminables colas que son costumbre en los centros de salud.

 

La Directiva Sanitaria N° 097, por otro lado, garantiza las atenciones por Emergencia de partos o cualquier otro malestar. En estos casos, se debe realizar previamente una prueba rápida de descarte de Covid-19. “Las pacientes que son covid positivo van a un área diferenciada donde al personal se le brinda todos los equipos de protección personal para que puedan atender el parto”, afirma el Director Ejecutivo de Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud, Guillermo Atencio. Los hospitales de EsSalud responden al mismo protocolo.

 

Pero, esto podría cambiar en los próximos meses, ya que el MINSA está planteando establecer que las gestantes tengan 4 controles prenatales presenciales y el resto se mantenga por telemonitoreo. “Esto es para que se pueda conocer la condición del paciente y hacer preguntas en caso esté en riesgo”, menciona Atencio La Rosa.

 

Él también afirma que el protocolo planteado a inicios de la cuarentena se comunicó a gran parte del personal de salud, a través de videollamadas de zoom. De modo, este se encontraba capacitado para comunicarlo a los pacientes. David Estela, médico gineco obstetra y ex presidente de la Sociedad Científica Médico Estudiantil Peruana, afirma lo mismo sobre los hospitales de EsSalud; pues se habría mantenido la comunicación con los pacientes vía redes sociales y telefónica.

 

Sin embargo, Silvia Pérez, quien dio a luz el 14 de mayo en el Centro Materno Perinatal de Chorrillos, dejó de asistir a sus consultas en un hospital de la Solidaridad de Lima, en parte por el miedo al contagio y porque nunca le comunicaron cuál sería el nuevo protocolo. La misma experiencia la tuvo Gabriela Cardoza, quien dejó de asistir a sus consultas con su seguro de EsSalud porque no conocía esas nuevas medidas implementadas.

 

Nueva normalidad

 

Jazmín Pérez, por otro lado, nunca tuvo controles prenatales. Cuando tenía 4 meses acudió a una posta cercana a su casa en Cantagallo y le dijeron que el servicio ya no estaba disponible ahí y solo atendían casos de emergencia.

 

Según la obstetra del Centro Materno "Villa María del Triunfo", Elizabet Espinoza, las atenciones presenciales ahora solo se dan por esa vía: Emergencia. En “tiempos normales” las consultas presenciales duraban entre 25 y 30 minutos con aquellas que asistían de manera regular y con las pacientes nuevas, mínimo 40 minutos hasta una hora.

 

Ahora solo se hacen ecografías, pruebas rápidas de VIH e Infecciones de Transmisión Sexual, se aseguran que no tenga hipertensión, entre otros exámenes de emergencia. Muchas de ellas se acercan al establecimiento solo para recibir sulfato ferroso (en caso tengan anemia o para prevenirla). Esto se realiza previa coordinación telefónica, pues la entrega de medicamentos a domicilio no es posible durante el Estado de Emergencia Sanitaria. A veces se aprovecha hacer un chequeo rápido a las gestantes que llegan, pero eso depende de la disposición de la obstetra.

 

Según el doctor Atencio La Rosa, los problemas en el telemonitoreo surgen cuando los establecimientos de salud no cuentan con un padrón de gestantes. Sin ese registro previo no se puede hacer el seguimiento de todas las pacientes vía telefónica.

 

A parte de esa falta de comunicación, el personal de obstetricia se ha reducido en un 40% por comorbilidad (presentar alguna enfermedad que podría agravar su salud en caso contraigan el Covid-19) o ser mayores de 65 años. “A eso se le suma quienes ya se contagiaron y están en cuarentena. Tenemos 1 229 obstetras covid positivo, 5 en la Unidad de Cuidados Intensivos y 15 fallecidas”, mencionó la decana del COP, Margarita Pérez. Al considerar esto y que al inicio de la pandemia se dictó el cierre del consultorio externo, la atención prenatal disminuyó un 60%, según informa el funcionario del MINSA.

 

Para satisfacer todas las atenciones, el MINSA realiza repetidas convocatorias de profesionales de salud a nivel nacional. Sin embargo, no muchas son destinadas al área de salud sexual y reproductiva. “De una convocatoria de mil puestos, 20 son para obstetras. Eso no es suficiente. Me acaban de comunicar que, en un hospital de Junín, de las 15 obstetras que había 10 han dado positivo al covid y están en cuarentena. Entonces solo quedan 5”, menciona Pérez. Algunos establecimientos dispusieron contratos por su cuenta con sueldos de hasta 9 mil soles en el área de obstetricia, pero el miedo al contagio ha evitado que los profesionales postulen.

 

Ante esta carencia, hay quienes deciden atenderse en clínicas, como Gabriela Cardoza. Con 37 semanas de embarazo migró de un centro de EsSalud a la Clínica Cori. Ahí le cobrarán un aproximado de 2200 soles por un parto normal y si es cesárea, más de 4000 soles. Ella se sentía insegura entendiéndose en el seguro por la gran cantidad de pacientes y porque no le comunicaron el protocolo de seguridad. “(En la clínica) te preguntan si has tenido fiebre o algún problema respiratorio. Tienes que ir con guantes, mascarilla y se encargan de desinfectarte cada vez que vas a entrar a un área y eso me gusta”, aseguró la gestante. Pero no todas tienen esa posibilidad de atención.

 

Otras vías de atención

 

La salud sexual y reproductiva no era una prioridad del Estado previo a la pandemia y eso se está haciendo notar ahora. Yesenia Cossio se percató de esto cuando empezó a trabajar en la línea 113 para el MINSA. Por ello, creó “Obstetra a ti”, un servicio de consultoría online por videollamada (con un costo de 25 soles) y a domicilio (con un costo entre 50 y 80 soles dependiendo del distrito).

 

“Atiendo de forma online durante 45 minutos en casos donde se necesita orientación o consejería sobre parto, post parto, planificación familiar e ITS. A domicilio atiendo 1 hora y 15 minutos en casos de estimulación prenatal, atención postparto, atención preconcepcional y psicoprofilaxis obstétrica”, menciona Cossio.

 

Sus protocolos de limpieza incluyen el uso de mameluco, mascarilla, lentes, sujetarse el cabello, uso de alcohol gel en manos y mantener una distancia de un metro. Antes de ir al domicilio ella procura que la paciente no presente síntomas o sea covid positivo. También les pide que en la consulta solo esté presente la gestante y un familiar más.

 

Por otro lado, hay gestantes que deciden atenderse lejos de cualquier establecimiento de salud. Gresiel optó por un parto en casa, dado que cuando se declaró el Estado de Emergencia Sanitaria, ella ya tenía 7 meses de embarazo. Marc Fessler, su pareja, tenía un amigo suizo que ya había experimentado dos partos en casa con su pareja y les dio el contacto de la partera. Pagaron 4 mil soles.

 

Durante el parto, ella experimentó un desgarre vaginal y una significante pérdida de sangre debido a la herida. En su momento, contar con la ayuda de la partera la tranquilizó, por lo que hasta ahora recuerda la experiencia como algo positivo. Sin embargo, de haber sido atendida en un establecimiento de salud podría haberse evitado ese escenario. Lamentablemente eso no fue opción, pues en un hospital de EsSalud en Cusco le comunicaron que el seguro no le cubriría el parto, ya que se había afiliado cuando tenía tres meses de embarazo.

 

Dan de alta en el Hospital Rebagliati a un bebé cuya madre fue infectada de Covid-19. El bebé nació sano, pero los médicos vigilaron su evolución. / Foto: ANDINA/EsSalud

 

Trayendo vida al mundo

 

Era 19 de julio y Jazmín llevaba esperando una hora en la Maternidad de Lima luego de dar positivo a la prueba rápida del Covid-19. Entre las 10 y 11 a.m., la revisó un médico y, para tranquilidad suya, le dijo que se iba a quedar. Así, una enfermera le inyectó una ampolla para la dilatación, porque sus contracciones aún “no eran lo suficientemente fuertes” para dar a luz. Fue entonces que sintió más dolor. Sentía que el bebé ya estaba en camino, pero le dijeron que aguantara mientras la trasladaban a Sala de Parto. No pudo y dio a luz a las 12:30 p.m. en una camilla, sin ningún protocolo de seguridad; arriesgando su vida y la de su bebé.

 

Al igual que ella, Anna tampoco había presentado síntomas del Coronavirus, por lo que no pudo prever que saldría positivo a la prueba rápida que le harían dos días antes de dar a luz. Pero ella sí pudo pagar la atención en una clínica privada. Dio a luz en la Clínica San Felipe por cesárea en un área especial, donde todo el personal llevó trajes, mascarillas y lentes. “Tuve que ir sola, sin mi pareja, y se llevaron el bebé rápido. Después continué sola en el área de covid y el bebé en la neonatología. Lo vi por primera vez cuando nos dieron el alta, dos días después. Tampoco le pude dar de lactar, solo le dieron fórmula en ese tiempo, pero lo bueno que no le afectó el virus”, menciona la madre primeriza.

 

La decana del COP Margatia Pérez se muestra en contra de protocolos como este. “No hay evidencia de que en el parto o la lactancia se le transmita el covid al bebé. Por ello, no se debe separar a la madre del bebe y no se debe suspender la lactancia materna; al contrario, la leche materna le proporciona defensas al bebé”, menciona.

 

Por otro lado, a Jazmín la regresaron a su casa sin darle indicaciones de qué medicinas debía tomar o qué cuidados darle al bebé. Para esta madre, es un milagro que tanto ella como su bebé estén ahora con vida.

 

 

* El reportaje periodístico "La pandemia del 2020 deja 430 muertes maternas en el Perú por falta de controles prenatales en cuarentena" escrito por Valeria Delgado y Diana Montalvo fue premiado con una mención honrosa en la categoría "REPORTAJES PERIODÍSTICOS - ESTUDIANTES" del III Concurso de Materiales Comunicacionales "Comunicación por la Igualdad: Hablemos de la salud sexual y reproductiva de las mujeres en tiempos de pandemia" organizado por Católicas por el Derecho a Decidir - Perú y la Embajada de los Países Bajos en Perú.