Donde hay duda, hay libertad
UN ESTADO LAICO GARANTIZA UNA EDUCACIÓN LAICA
Un Estado laico es aquel que en su forma de organización político-social busca la neutralidad del Estado frente a las religiones garantizando la libertad e igualdad de las personas. Ello quiere decir que el Estado no debería responder a la doctrina de alguna iglesia, sino a la voluntad de los pueblos, reconociendo una sociedad plural y diversa[1].
En esta oportunidad dirigimos nuestra atención al sector Educación, que tiene al Ministerio de Educación como ente rector. Actualmente, en el marco de las políticas[2], se enuncia la necesidad de alcanzar una educación eficaz que amplíe y mejore significativamente los aprendizajes de los y las estudiantes, permitiéndoles ser mejores personas, más productivos, así como ciudadanas y ciudadanos conscientes de sus derechos y comprometidos con el bien común[3].
En ese marco, y precisando que una educación laica es aquella que tiene como función principal la de igualar los conocimientos y posibilidades de niños y jóvenes sin basarse en ninguna doctrina religiosa o credo y que, queda usualmente en manos del Estado, cabe preguntar si estas prioridades -traducidas en políticas- se construyen reflexionando y decidiendo en base a lo que representa y significa una educación laica, ¿en qué y cómo se está traduciendo ciudadanos y ciudadanas conscientes de sus derechos?
La Educación Sexual Integral como parte del proyecto de vida y ejercicio de ciudadanía
Actualmente, del total de la población de 15 a 29 años, el 72,3% tuvo su primera relación sexual entre los 15 y 19 años de edad, más precisamente, el 11,5% entre los 12 y 14 años de edad[4]. Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) 2012, el 13,2% de las adolescentes entrevistadas ya estuvo alguna vez embarazada. De estas, el 10,8% ya eran madres, y el 2,4% estaban gestando por primera vez. Además, el 14% de las adolescentes señaló estar utilizando un método anticonceptivo; sin embargo, alrededor del 73,8% de adolescentes nunca ha usado uno. A su vez, el 70,4% de las mujeres de 15 a 19 años señala haber experimentado situaciones de control y violencia verbal y el 27,4% ha sufrido violencia física o sexual ejercida por el esposo o compañero. Por su parte, el 69,8% de las adolescentes conoce del uso del condón para prevenir el VIH, pero esto no significa que lo utilicen.
¿Qué le corresponde al Ministerio de Educación en coordinación con sus Direcciones Regionales a nivel nacional?
Las cifras reflejan que los y las escolares viven su sexualidad, es decir, se inician sexualmente, maternal y paternal a edades tempranas (muchas veces sin esperar o desearlo) y buscan métodos anticonceptivos. Se sabe que muchas veces lo hacen sin información clara, oportuna, ni de calidad, con presiones de orden religioso que dificultan la reflexión de estos temas en las aulas, con directores /as poco interesados, con docentes poco informados y/o sensibilizados para acompañar pedagógica y afectivamente estas vivencias con sus estudiantes y fortalecer el derecho a decidir con información. Pareciera que la escuela -como sistema e institución- sigue centrada solo en aprendizajes alejados de la realidad tan compleja como diversa. ¿Acaso, el acceso a una Educación Sexual Integral no forma parte del proyecto de vida y de la capacidad para decidir oportunamente sobre lo que les afecta a los y las estudiantes? Sabemos bien que son sujetos políticos, ciudadanos de hoy (no del mañana) y personas no asexuadas.
¿Cuáles son los temas pendientes?
• Que las políticas educativas en la materia, se diseñen e implementen respetando la laicidad del Estado. Esto implica que las autoridades correspondientes no permitan la injerencia o la presión de alguna instancia de carácter religioso en las decisiones internas vinculadas. Como funcionarios públicos, su rol es garantizar derechos a todos y todas por igual, por tanto, sus creencias personales, religiosas o espirituales deben quedar en el fuero de lo privado.
• De cara a la nueva Ley de Organización y Funciones y fortalecimiento del Ministerio, que se retome la voluntad política para revisar, poner en vigencia y promover los Lineamientos Educativos y Orientaciones Pedagógicas para la Educación Sexual Integral dirigido a profesores y tutores de la Educación Básica Regular[5].
• Que las Direcciones Regionales de Educación, junto con las Unidades de Gestión Educativa Local y las Instituciones Educativas, se involucren en la implementación de estos lineamientos, considerando los diferentes contextos socios culturales y lingüísticos.
• Los y las escolares, esperan un mejor abordaje y trato al respecto en su escuela como parte de una educación orientada al desarrollo humano. La sociedad en su conjunto espera que al 2016 esto sea una realidad.
[1] ABAD, Samuel. ¿Es el Perú un Estado laico? Análisis jurídico desde los derechos sexuales y derechos reproductivos. Lima: Católicas por el Derecho a Decidir-Perú, 2012. En ese marco, el artículo 50° de la Constitución del Perú, define el régimen de independencia y autonomía del Estado, y es reforzado por reiterada jurisprudencia del Tribunal Constitucional. Por lo tanto, la laicidad se vincula con los derechos a la igualdad y no discriminación y con las libertades de conciencia y de religión, también contemplados en nuestro texto constitucional.
[2] Son políticas priorizadas al 2016: 1) Aprendizajes de calidad para todos en comunicación, matemática, ciencia y ciudadanía, 2) Primera Infancia: niños y niñas acceden a servicios educativos del calidad, 3) Educación Rural: niños y niñas logran aprendizajes superando brechas existentes, 4) Respeto a la cultura en el aprendizaje, 5) Desarrollo Magisterial, 6) Nueva Gestión. Descentralizada, participativa, transparente y basada en resultados y 7) Educación Superior
Acreditada
[3] Memoria institucional. Ministerio De Educación del Perú. 20011-2012
[4] 4 INEI: Resultados Finales de la Primera Encuesta Nacional de la Juventud 2011. Lima: SENAJU, 2012. p. 81
[5] Resolución Directoral N°0180- 2008-ED. http://ditoe.minedu.gob.pe/NORMATIVAS/RV-0180-2008-ED.pdf